Por: Comunicación Digital Levapan.
Existen muchas rutas gastronómicas alrededor del país. Sin embargo, como lo manifiesta Carlos Toto Sánchez, miembro del comité asesor de la Política para el Conocimiento, la Salvaguardia y el Fomento de la Alimentación y las Cocinas Tradicionales Colombianas. Todavía queda mucho trabajo en la articulación de estas rutas para que sean beneficiosas para las comunidades y la construcción de identidad del país.
“En mi concepto, la propuesta de generar rutas gastronómicas de gran nivel en el país no ha pasado del nivel de planeación. Entidades como Fontur han intentado promoverlas, pero sin mayores resultados. Pues para poder establecer una ruta gastronómica se requiere conocer las regiones del país, establecer una temática para la construcción de dicha ruta, y hacer los acuerdos sociales”, establece Carlos.
Rutas gastronómicas que no fueron exitosas
Carlos considera que no tuvo éxito la “ruta de la almojábana” realizada por la Gobernación de Boyacá y el Instituto Financiero de Boyacá. La cual comprendía un circuito por tres municipios: Turmequé, Arcabuco y Paipa, sitios emblemáticos para la fabricación de almojábanas. A dicha ruta no se le ha hecho el seguimiento y acompañamiento necesario. Por eso no ha tenido éxito en esos municipios.
Linkedin Carlos Toto Sánchez
Lo mismo sucedió con la “ruta Mutis” del Ministerio de Cultura para conmemorar el Bicentenario de la muerte del sabio José Celestino Mutis ocurrida en 1808. Esta ruta, que abarca los municipios de Ambalema, Mariquita, Falan, Honda, Valle de San Juan, La Mesa, Guaduas, Ibagué y Bogotá. Incluía elementos históricos, biológicos y culturales, se lanzó en 2008. Sin embargo, no tuvo éxito porque no hay mapas, señalizaciones o guías locales que aporten a la experiencia.
De hecho, asegura que en Anato, se suelen presentar varias propuestas de rutas gastronómicas en el país, pero que con el tiempo no se consolidan, a la vez que no se le convoca a la empresa privada para que sea dinamizador.
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Frente a este panorama, los operadores turísticos son quienes han tomado la responsabilidad de hacer rutas gastronómicas, la mayoría de estas sin articularse con comunidades y gobiernos locales, y por ende, sin promover el desarrollo de capacidades locales.
Por esta razón, Acodrés, está adelantando una reforma interna muy fuerte que articula la labor gremial con la vocación territorial en la gastronomía. Es decir, “nos queremos acercar a esa identidad local muy ligada a la gastronomía para ayudar a articular esas rutas y darle visibilidad. Sobre todo porque el turismo depende un 87% de la gastronomía, como lo establece la Organización Mundial del Turismo.
Entonces, nos interesa mucho que se empiece a mostrar la cultura colombiana a través de los negocios gastronómicos. Además, porque estamos convencidos que un restaurante no solo es la venta de comida, sino es la promoción de la cultura. De esta forma, si no se articulan las rutas gastronómicas van a seguir siendo esfuerzos qcon poco impacto”, afirma Guillermo Gómez, presidente de Acodrés.
Rutas gastronómicas
Las ofrecen los operadores turísticos quienes hacen acuerdos con restaurantes, puestos de comida o ventas en las plazas de mercado para ofrecer un servicio.
Suelen tener diferentes temáticas. Algunas están dedicadas a promocionar las cocinas regionales, con la posibilidad de hacer un recorrido por los sabores de varias regiones sin desplazarse mucho. Otras, en cambio, están desarrolladas para promocionar un producto como lo son las rutas de la cerveza, hamburguesas, frutas, entre otros. Algunas incluso, son interactivas y comprenden la experiencia de selección de insumos y elaboración de platos.
“El restaurante no necesita del turismo para desarrollar sus actividades, pero el turismo si requiere de los restaurantes para poder realizarse. En este sentido, es necesario que se proyecten rutas que permitan la participación activa del sector gastronómico, con la creación de guiones, discursos y menús. El turismo ayuda a dinamizar al turismo, pero debe comprenderse esto desde el desarrollo y el empoderamiento local”, asegura Julián Estrada Ochoa, investigador las cocinas colombianas.
Retos para la construcción de estas rutas gastronómicas
De acuerdo con Carlos Toto Sánchez, debe incluir experiencias que permitan acercar a las personas a la cultura del país. Debe conocer las cocinas regionales de Colombia, sus productos, preparaciones, restaurantes, cocineros y productores. Solo así puede generar un impacto, crear identidad y dinamizar la economía, de lo contrario no.
Por eso, “el turismo gastronómico efectuado a través de las rutas debe ayudar a dinamizar el mercado de productos y preparaciones locales, incluyendo al productor, al cocinero y al restaurador”, agrega.