Por: Paola Herrera – Comunicación Digital Levapan.
Lo convencional y lo monótono distan cada vez más de lo que busca un cliente actual, ellos quieren que las visitas a los restaurantes signifiquen un cambio y que les aporte algo más a la rutina. Los comensales actuales conocen el potencial que tiene el negocio culinario y así mismo les exigen sorprenderlos con algo interesante, es por esto que los restaurantes están superándose a ellos mismos y reformulan el concepto de comer con propuestas innovadoras.
Estos cuatro restaurantes son prueba de que la visión no tiene límites y están reinventando lo tradicional.
Pague lo que cree que vale
Es la propuesta del restaurante comunitario del mundialmente famoso rockstar Jon Bon Jovi, en JBJ Soul Kitchen, la carta no tiene precios, cada cliente paga lo que considera que vale el plato seleccionado, el valor mínimo es de 10 dólares ($31.000 pesos colombianos), si puede pagar más estará ayudando a pagar el plato de alguien más. Si no tiene dinero no hay problema, una hora de trabajo voluntario en el restaurante pagará su cuenta. Este es un restaurante listo para quienes tienen hambre, y además para hacer una diferencia en la comunidad, la comida saludable no es solo para el cuerpo también alimenta el alma.
El lugar está ubicado a un costado de las vías del tren que comunica a Nueva York con Nueva Jersey.
¡Una XL por favor!
El restaurante Semproniana de Ada Parellada tiene una de las modalidades más curiosas para atraer a los clientes, la primera de ellas y que se vuelve una manera concisa para pedir, son los platos según el tallaje; para un antojo puede pedir un plato talla S, para un apetito que no da espera está la talla M y para compartir una cena en familia la talla XL es la ideal.
Otra propuesta que tienta a los clientes; es que el valor de su plato, de lunes a jueves, equivale a la edad del asistente; y por último, ofrecen todo el menú del día por un billete de 20€ ($70.000 pesos colombianos) así que si desea conocer este innovador restaurante puede pasarse por Roselló 148 en Barcelona.
Tiempo vs consumo gratis
Como dice el ex presidente José Mujica “cuando tú compras algo con dinero, no estás pagando con dinero, estás pagando con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para obtener ese dinero”. El café Ziferblat en Rusia, en Eslovenia y ahora en Londres comparte este concepto y por eso cobra a los comensales por el tiempo que pase en sus mesas y no por lo que consuman. La atmósfera y la dinámica son muy relajadas, puede degustar de los bocadillos y bebidas gratuitos, preparar su propia comida en la cocina o escuchar una tonada en el piano que adorna el recinto, allí el tiempo es el anfitrión. La hora oscila en £1.80, equivalente a $8.000 pesos colombianos aproximadamente.
El pregón culinario
En Málaga, España puede disfrutar de los más deliciosos pescados de la capital por cuenta de El Tintero, con el mejor ambiente playero, no se tendrá que preocupar por leer una extensa carta y debatirse en qué ordenar mientras su apetito crece, aquí solo tiene que estar atento a los platos que pregonan los meseros; así que con solo levantar la mano le llevarán a su mesa el plato que llamó su atención. ¿Y cómo cobran? Sin importar el tamaño de la porción o los ingredientes de lo que haya consumido, le cobrarán el mismo precio por cada plato vacío que haya en la mesa.
Es una perfecta opción para pasar un rato en familia a un precio que lo sorprenderá.
Como estos restaurantes, el suyo puede tener un factor diferenciador, no hace falta una gran inversión para quedar grabado en la memoria del comensal; basta con una buena idea para que marque la diferencia y se posicione en la lista de lugares inusuales para ir a comer.