Por: Comunicación Levapan.
En los últimos años, se ha popularizado el consumo de alimentos saludables como parte de una dieta consciente, para la prevención de enfermedades crónicas comunes. En función de esto, algunas personas suelen usar las grasas vegetales para reducir las grasas saturadas dentro de su dieta.
Para poder entender un poco más a profundidad sobre las grasas vegetales, y que aprenda a elegir con más cuidado los ingredientes a usar en las preparaciones de su restaurante debemos hablar primero hablemos de los diferentes tipos de grasas o ácidos grasos que puedes encontrar en los diferentes alimentos que consumen las personas diariamente.
Empecemos entender sus clasificaciones:
Grasas saturadas
Las grasas saturadas también son conocidas por ser uno de los grupos de ácidos grasos más importantes en el aporte energético a nuestro organismo, pero debido a su alto consumo generalizado por desconocimiento han generado problemas de salud en la población. Se encuentran en los productos de origen animal (especialmente la carne, sus derivados y los lácteos enteros). Otros tipos de ácidos grasos saturados se encuentran en algunos alimentos de origen vegetal elaborados con los aceites de palma, coco y palmiste.
Grasas monoinsaturadas
Los ácidos grasos monoinsaturados se caracterizan por ser líquidos a temperatura ambiente y los hallamos en muchos alimentos de origen vegetal tales como el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos.
Grasas poliinsaturadas
Los ácidos grasos poliinsaturados son las grasas omega-6 (se encuentran en los aceites vegetales, las semillas y los frutos secos) y las omega-3 (se encuentran en el pescado azul, las nueces y las algas).
Grasas trans o ácidos grasos insaturados industriales
Creados por la industria para contrarrestar los efectos de las grasas saturadas en el organismo y aumentar la eficiencia en la producción de alimentos procesados, se consumen a través de los cárnicos y lácteos (son las grasas trans que se producen por fermentación en el estómago de los rumiantes) y con los alimentos procesados obtenidos por procesos de hidrogenación (por ejemplo, la bollería industrial, los precocinados y los aperitivos salados, entre otros). Dado su origen industrial se ha llegado a reconocer que pueden ser más dañinos que los ácidos grasos saturados.
¡Listo!, ya conocemos en términos generales la clasificación de los grupos de grasas, o lo que es lo mismo de los ácidos grasos presentes en todos los alimentos. Pero aún nos queda diferenciar. ¿Cuáles de estos son provenientes de fuentes animales y cuáles fuentes vegetales? Conozcamos entonces estos dos grandes grupos:
Grasas animales
Las grasas animales, contienen una gran cantidad de grasas saturadas, poliinsaturadas, insaturadas y mezclas de estos dos tipos. Como su nombre lo indica, son las provenientes de fuentes animales. Su característica principal es que son sólidas a temperatura ambiente (manteca) tienen un gran aporte calórico y son en buena medida, la mayor fuente de grasa para el organismo.
Grasas vegetales
Como su nombre lo indica, las grasas vegetales son las provenientes de productos sin ningún tipo de componente animal. También son conocidos como las «grasas buenas» que ayudan a eliminar las «grasas malas» de nuestras venas. Su característica principal es que son alimentos ricos en grasas insaturadas, presentes en alimentos como; frutos secos, el aceite de oliva y el aguacate.
¿Cuáles son los beneficios de las grasas vegetales?
Uno de los beneficios principales de las grasas vegetales, es que ayudan a disminuir los niveles de colesterol malo y por lo mismo, contribuye a la prevención y la disminución del riesgo de sufrir enfermedades coronarias.
Sus funciones son destacables en contribuir en la regulación de la temperatura corporal y proteger nuestros órganos. En el caso de practicar ejercicio, además, es un buen combustible que aporta mucha energía y nos ayuda a absorber las vitaminas liposolubles como la A, D, E y K.
¿Cuál es la mejor grasa vegetal?
No se puede hablar exactamente de una grasa vegetal mejor que otra. Es importante entender que depende del tipo de preparación que se quiera realizar, el tipo de grasa vegetal que se puede usar. Es por eso, que en función de la preparación, se podría hablar que una de los productos más comunes al momento de cocinar, es el aceite de oliva o de girasol, que suelen usarse para saltear verduras, aderezar alimento crudo, entre otras funciones.
¿Dónde se encuentran las grasas saludables?
El término “saludable” resulta polémico cuando hablamos de alimentos. Lo primero que debemos tener presente, es que cada persona tiene unas necesidades dietéticas particulares y que realmente todo en exceso, hace daño. Dicho esto, el aceite de coco, aguacate y oliva, tienen menos procesos químicos que la mantequilla y como sabemos, al pertenecer al grupo de ácidos grasos insaturados, no son tan perjudiciales para el cuerpo.
¿Cómo puedo utilizar las grasas vegetales en mi negocio?
No es nada fácil encontrar un restaurante que además de tener un sabor único, también cuide de la salud de sus clientes, apostar por reducir las grasas saturadas de su restaurante es una decisión acorde a la búsqueda de una dieta más saludable en las personas, esta es una tendencia gastronómica que ha venido en aumento en los últimos años. En este sentido nosotros recomendamos:
1. Ofrezca un menú con más preparaciones a la plancha.
2. En lo posible, minimice el uso de aceites, en caso de necesitarlo, use aceite de oliva o si no es posible, aceite de girasol.
3. Evite hacer uso de manteca animal para cocinar, a pesar de su increíble sabor tienen un gran aporte de grasas saturadas. Si la preparación requiere aceite, recomendamos reemplazarlas por grasas vegetales.
4. Incluir en el menú de su restaurante más preparaciones al horno o al vapor.
5. Evite a toda costa las grasas trans o grasas industriales ya que, como lo vimos en este artículo es un ácido graso muy riesgoso para la salud.
Con estos tips y recomendaciones logrará que sus clientes lo reconozcan por la calidad de sus preparaciones al elegir los mejores ingredientes en su menú y atraerá a su negocio a una nueva generación de clientes que se preocupa cada vez más por su salud.