Por: Comunicación Digital Levapan.
La legislación de sal/sodio en Colombia, y en general, alrededor del mundo, consiste en reducir el contenido de sodio en los productos que llegan al consumidor. Se trata de poner reglas de reducción para lograr que el consumo per cápita de la población no supere los 5 gramos por persona al día, tal como lo establece la Organización Mundial de la Salud. Impacta a los productos empacados de la industria de alimentos, como también a los restaurantes.
Nace por la necesidad mundial de disminuir el aumento de la presión arterial, que en el mundo constituye el principal factor de riesgo de muerte y el segundo de discapacidad por enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular e insuficiencia real.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, la hipertensión es la causa del 6% de los accidentes cerebrovaculares y del 49% de las cardiopatías coronarias. Los costos estimados de la hipertensión van del 5% al 15% del PIB en los países de altos ingresos y del 2.5% al 8% del PIB en América Latina y el Caribe. Provoca 7,6 millones de muerte prematuras (cerca del 14% del total mundial) y la pérdida de 92 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (6% del total mundial).
En Colombia, de acuerdo con la doctora Blanca Hernández del Ministerio de Salud, todavía no existe un estudio de carga de enfermedad que permita cuantificar el costo social y económico de los factores de riesgo que conducen al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las encuestas nacionales de salud y los registros de muerte apuntan a las enfermedades cardiovasculares como prioridad de salud pública por lo que el estado colombiano puede realizar acciones de intervención para reducir el consumo de sal/ sodio en la población.
Ante este panorama, la Organización Mundial de la salud desarrolló en el 2004 una “Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud” donde se empezó a reglamentar sobre este tema. Luego en noviembre del 2009, la Organización Panamericana de la salud lanzó la “Declaración de la Política para reducir el consumo de sal en las Américas” que estableció como meta el descenso gradual y sostenido del consumo de sodio para llegar a los 5g/día/persona. En el 2012, Colombia desarrolló un Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021 que tiene como objetivo lograr que la población colombiana consuma una alimentación completa, equilibrada, suficiente y adecuada. Además, está próxima a emitir la resolución que especifica la regulación y las multas que se le aplicarán a la industria y los establecimientos gastronómicos que no cumplan con la diminución de sal/sodio y ayuden al deterioro de la salud pública.
“El alto consumo de grasas saturadas, azúcares libres y sal, acompañada de una baja ingesta de frutas, verduras, granos, cereales integrales y legumbres y un estilo de vida sedentario son factores de riesgo determinantes en el aumento de la prevalencia de ‘Enfermedades no transmisibles’. Por eso, incentivamos la alimentación saludable a lo largo de la vida para prevenir la malnutrición en todas sus formas”, asegura Blanca Hérnandez del Ministerio de Salud.
Esto ha generado varios cambios dentro de la industria, quien ha tenido que realizar la reformulación de muchos de sus productos.
“El Ministerio hizo un proyecto en el que priorizó los alimentos y se sentó con cada sector de la industria alimentaria a conciliar las metas de reducción de sodio. Ya concilió con todos. Ahorita, estamos es esperando que salga la resolución que termina de definir las metas de reducción, que dependen de la naturaleza de cada producto. Entonces hay algunos alimentos que les toca bajar más que a otros, según cada categoría. Lo que representa un gran reto para la industria a nivel de producción, tecnología y sabor. Para implementarlo, la industria cuenta con un periodo de dos a cuatro años” afirma Jairo Romero, ex presidente de la ALACCTA, Asociación Latinoamericana y del Caribe de Ciencia y Tecnología de alimentos.
Mientras que el sector restaurantero, ha tenido que adoptar ciertas medidas como quitar el salero de las mesas e implementar prácticas saludables para cada etapa del proceso de elaboración de un plato. Así lo establece el Manual Operativo del Sector Gastronómico emitido por el Ministerio de Salud. Proyecto que se desarrolló en conjunto con la Universidad Javeriana, Acodrés, la Asociación Colombiana de Chefs, entre otros.
Con esto y las campañas de concientización que está elaborando el Ministerio de Salud también para los consumidores, se espera que el consumo de sal/sodio disminuya radicalmente y la salud pública mejore considerablemente.