Por: Comunicación Digital Levapan.
La economía colaborativa está ganando cada vez más terreno en todos los sectores a nivel mundial y la gastronomía no podía ser la excepción. Desde compartir la mesa durante la hora de la cena con extranjeros o comprar a desconocidos comida casera para llevar a través de una aplicación digital, este tipo de transacciones de bienes y servicios también están revolucionando la forma de vivir una experiencia gastronómica.
Según Juan Camilo Cárdenas, Decano de Economía de la Universidad De Los Andes, la economía colaborativa es un sistema de producción en el que dos o más individuos aportan de manera colectiva con sus recursos o su tiempo, para producir algo que tiene más valor que si lo produjeran individualmente, es decir, se trata de compartir en beneficio mutuo.
Esta forma de negociar, actualmente está en auge a causa de las nuevas tecnologías. Por medio de estas, se han dado a conocer aplicaciones de software como Uber o Airbnb haciendo posible que miles de personas accedan a servicios como el transporte y el alojamiento estableciendo una negociación directa con otra persona que dispone de un bien, en este caso un carro o una casa, que puede ser aprovechado por quien lo necesita a cambio de un cómoda suma de dinero.
Imagenes de: www.paredro.com – Facebook @houspoon – www.uber.com
Para el caso de la gastronomía, aplicaciones como Houspoon en Colombia, creada por Jaime Reyes y Mauricio Muñoz, le permite a las personas generar ingresos desde sus propias casas mientras cocinan. Los chefs o entusiastas de la cocina ponen a disposición de los usuarios de la plataforma sus servicios como anfitriones subiendo una reseña de lo que será la experiencia y el menú. Las personas interesadas seleccionan el plan que más les interesa, pagan con su tarjeta de crédito o a través de PSE y la plataforma se queda con una comisión del 14%.
Uno de los grandes retos de la economía colaborativa aplicada a la gastronomía, es el de generarle confianza a los usuarios. Según Cárdenas la producción desde la colaboración crea ganancias adicionales derivadas de la acción colectiva y la confianza mutua, por lo que para este tipo de aplicaciones es indispensable monitorear cuidadosamente los comentarios de los usuarios acerca de las experiencias e incluso asegurarse de la identidad de todos los participantes para garantizar su seguridad.
Cárdenas señala que este tipo de economía surge por la necesidad reducir los altos costos de las transacciones, las excesivas desigualdades y el escaso acceso a cierto tipos de mercados. Además también aumenta la rentabilidad social al generar acuerdos de producción y distribución más justos entre los socios y alrededor del emprendimiento.
Asimismo, la economía colaborativa, representa para la gastronomía una oportunidad para hacerla más sostenible pues esto implica menos desperdicios de comida y una forma de que muchas más personas tengan acceso a la buena alimentación.