Por: Comunicación Digital Levapan.
En Colombia la actividad productiva genera 1,6 millones de toneladas de residuos sólidos al año. Pero, ¿cuál es la mejor manera de manejar o reciclar estos residuos en la industria de alimentos, evitar afectar el medio ambiente y disminuir gastos innecesarios?
Quizá en varias industrias, incluida la de alimentos sea común hablar de producción más limpia, pero, ¿es una realidad al interior de su negocio?
Al implementar una estrategia ambiental organizacional se promueve:
- El ahorro de insumos.
- La eliminación de materias peligrosas o altamente contaminantes.
A continuación se establecen una serie de pasos para guiar el proceso general para manipular residuos en la industria de alimentos para que cada negocio pueda adaptar a sus circunstancias específicas.
1. Definir el ciclo de producción de insumos
El objetivo de este primer paso en el camino hacia un adecuado manejo de residuos en la industria de alimentos, es revisar el contexto y entender las características específicas del negocio gastronómico propio y cómo se pueden aprovechar los residuos sólidos resultantes: ¿pertenece su negocio a la industria pesquera, a la láctea o al procesamiento de frutas y vegetales? La respuesta a esta pregunta determina el ciclo específico de manejo residual.
Cada ciclo de producción representa momentos y prácticas con tipos y cantidades de residuos diferentes.
Por esto, es vital realizar un flujo para ver y entender cuál es el camino que siguen los residuos, desde su origen hasta su disposición final, ordenar cada paso para entender en dónde se debe intervenir para hacer una manipulación correcta de ellos.
2. Establecer los diferentes tipos de residuos
Un factor importante del reciclaje es clasificar los tipos de residuos para separarlos correctamente. No es lo mismo disponer de un residuo orgánico que de uno de limpieza. Separarlos desde el momento de su uso y marcarlos para que tengan un manejo apropiado es imprescindible para el medio ambiente, la salubridad de las personas e incluso, para saber qué se puede reutilizar en los siguientes procesos.
3. Reducir para no desperdiciar
Ubicar en ese flujo los puntos donde se usan las materias primas. Seguro en la cadena de producción se pueden encontrar formas de disminuir la cantidad o el número de materiales empleados sin afectar la calidad del producto. Esto no solamente mejora el medio ambiente sino que optimiza los insumos y significa ahorro para cada bolsillo.
4. Reutilizar las materias primas
Es importante ver con lupa dónde se pueden usar de nuevo algunas materias primas y evitar el desperdicio. Actualmente hay muchas iniciativas que van fuera del mismo negocio, es decir, no solamente revisar internamente dónde se pueden reutilizar residuos, sino externamente, en otros negocios e industrias.
Lo que para unos es desecho, para otros negocios puede ser su materia prima o un ingrediente importante para su ciclo de producción.
5. Reflexionar
Una de las tácticas ecológicas más importantes invita a pensar si desechar todos los residuos es pertinente en cada uno de los procesos productivos.
Reemplazar materiales de alto impacto por materiales biodegradables, analizar el empaque, crear una cultura de protección al medio ambiente con proveedores, equipos y clientes.
Como consejo final es recomendable conocer la normatividad vigente para la disposición de residuos y cumplirla.
Una manera positiva de dar el paso y sumar un grano de arena al mejoramiento del planeta es comenzar con un negocio propio y tratar de manera adecuada los residuos.
¿Se suman?